martes, 8 de noviembre de 2011

Cinco Estrategias Para Superar La Pasividad

1.Consulta con él para encontrar maneras de reducir la tensión que él experimenta. Habla con él sobre lo que está pasando en la escuela o en el trabajo. Los niños con Asperger tienden a ser muy nobles. Si ellos no pueden seguir el ritmo de la clase, entonces pueden intentar resolver el problema simplemente negándose a coger el autobús de la mañana. Es más fácil decir: “Nunca iré al infierno” que decir: “Me siento tonto, incapaz de hacer el trabajo”, “¡ Ayúdenme !”. Si ellos no pueden seguir el paso en un duro trabajo en equipo, entonces tienden la toalla y tener un ataque de ira y frustración.



2.Usa, con tacto, una sugerencia de antemano. Una buena sugerencia es simplemente mantener la cantidad correcta de estímulo verbal y táctil junto con una indicación clara y concreta del próximo paso, declarado en términos visuales.


3.Guiar desde detrás. Para reducir la pasividad tienes que lograr el hábito de seguir un poco detrás al niño. Tu vas a su marcha. Si él se detiene, tu paras y entras en el papel de consultor con él. “ Estás haciendo un gran trabajo, ¿Buscas algo ahora mismo?”. Refrena tu propio enojo, respira profundamente y rodea el problema. Dale el tiempo que necesita.


4.Ayúdale a calmar el ritmo de su respiración. Si él se enfría y no puede conseguir cruzar la puerta para tomar el autobús que le llevará a la fiesta de cumpleaños de un amigo, pregúntale lo que puedes hacer tu para ayudar. Si no contesta, asume que él está experimentando ansiedad y que, aunque parece sereno y muy tranquilo por fuera, en su interior, su mente está corriendo a gran velocidad. Simplemente siéntate de forma serena a su lado y permite que tu ritmo de respiración relajado calme el de él. Díle cualquier cosa que pienses que puede tranquilizarlo un poco más y entonces vuelves a guiarle al próximo paso cuando él pueda comprenderte mejor.


5.Enseñarle a tomar una decisión binaria. Una de las causas más poderosas de la pasividad es el sentimiento del niño con el Síndrome de Asperger de que alguna tarea es tan inmensa y compleja que posiblemente no podrá conseguirla. Para superar esta barrera, enséñale cómo descomponer cualquier problema en dos decisiones. Él toma una de las decisiones y entonces descompone la próxima parte del problema en dos nuevas decisiones, y toma una de ellas hasta que el trabajo está hecho.

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